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DE  FEDERICO  BLUME A LOS SUMERGIBLES “FERRE” Y “PALACIOS

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Maqueta del Sub. Diseñado por F. Blume
La historia submarina en el Perú si bien es cierto comienza con el diseño y construcción del sumergible concebido por el ingeniero Federico Blume, es necesario señalar que existen indicios de que en el año 1624, en aguas del Callao, se registra el primer antecedente peruano en este tipo de buques. Durante esa época, las costa del Virreinato venían siendo hostilizadas por una escuadra holandesa al mando del Almirante Spilbergen y los defensores del puerto idean un “barco que navegando bajo el agua” pueda atacar a los navíos incursores aprovechando la oscuridad de la noche. Este intento fue desestimado debido a que la búsqueda de personas que pudieran afrontar la empresa resultó infructuosa.


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Federico Blume
Los intentos de navegación submarina continúan en todo el orbe y es el año 1776, en plena guerra de la independencia de los Estados Unidos, que se emplea el primer sumergible con    fines militares; este fue el Turtle (tortuga) diseñado y construido por David Bushnell y trasladado al río Hudson para hundir los buques ingleses que bloqueaban la bahía de Nueva York.

También, Rober Fulton famoso por la aplicación del vapor a la navegación, prueba el Nautilus en el río Sena en la primavera de 1800 y; en la guerra civil norteamericana el Hunley logra hundir al Housatonic el 17 de febrero de 1864.

En esta época en que comienza verdaderamente la historia submarina peruana gracias al ingeniero de ferrocarriles Juan Carlos Federico Blume y Othon. Su interés por los problemas de navegación submarina lo llevan a hacer experimentos con botellas, conos y husos, a manera de modelos hechos a escala, los que suspende luego por tener que viajar a Chile, pero por las difíciles relaciones peruano-españolas, retoma sus apuntes y da forma definitiva a un “bote submarino” pequeño con el cual, mediante un sistema de cuerda, hizo ensayos en los estanques de Piedra Liza y la Atarjea como resultados alentadores. Este bote submarino tenia forma de huso, con una hélice y una torrecilla con visores laterales y superiores. De acuerdo con sus propias palabras podía navegar a uno diez metros de profundidad; convencido de la bondad de su proyecto se entrevista con el General Pezet ofreciendo hundir con él a la Escuadra Española que amenazaba nuestras costas antes del 2 de Mayo de 1866.   

El presidente le pidió los planos para que fuesen examinados por una comisión de ingenieros, sin embargo, las convulsiones políticas de la época hicieron que transcurra el tiempo sin resultados, por lo que terminada la guerra el proyecto perdió actualidad y fue olvidado.   

En 1879, al declararse el conflicto peruano chileno, Federico Blume  que en ese entonces era consignatario del ferrocarril Paita- Piura, intuye que había llegado el momento de cristalizar su proyecto submarino. Hizo un modelo a escala de dos metros de eslora, y cuarenta centímetros de manga, probándolo amarrado a una boya en la bahía paiteña. Su diseño consistía en un bote de cuarentiocho pies de eslora y siete de diámetro, con refuerzos de cuadernas cada tres pies para “prevenir el colapso por la presión a grandes profundidades”. Igualmente, tenía dos hélices movidas por un sistema manual de siete pies de largo operado a su vez por cuatro pares de hombres, esta misma energía podía accionar una bomba de achique. Dos tubos cumplían la función de admisión y escape de aire al interior, auxiliados en esto por un ventilador de aspas. Este diseño era sólo provisional ya que el final, pretendía eliminar tales tubos y emplear aire comprimido para la respiración de la tripulación. 

A partir de abril de ese mismo año, se comenzó la construcción del casco, labor en que herreros y caldereros trabajaron denodadamente con la dirección personal de blume. El 12 de octubre es lanzado el submarino y pasados los días se inician las pruebas de su diseño, sumergiéndose esta vez el propio Blume con su hijo Juan Carlos y cuatro mecánicos del ferrocarril. En sus inmersiones alcanzó hasta 12 brazas de profundidad, 3 nudos de velocidad y permaneció 30 minutos bajo el agua.   

Convencido de la utilidad de su invento, Blume, consiguió por gestiones ante el Presidente que su bote fuera trasladado al Callao, Pese a la situación política, las pruebas realizadas entusiasmaron a los ministros y oficiales navales presentes, determinándose su empleo podría convertirse en un completo éxito “atacando a la flota chilena inmediatamente”. Ante esto Blume mostró su apoyo oficial sólo le llegó a Blume en momentos que el ejército chileno había desembarcado al sur de Lima por lo que se dio la orden de suspender el proyecto y emplear contra los chiles el submarino construido en Paita con algunas modificaciones. Sin embargo, cuando estaba listo y se intentaba atacar los blindados chilenos cochrane y blanco Encalada, éstos se alejaron de la bahía del callao al haberse producido una infidencia que los alertó del ataque.   

Al perderse la batalla de Miraflores, el submarino de Blume fue hundido junto con el resto de la Escuadra Peruana. Aún así, luego de la guerra el inventor Blume ofreció varias veces su submarino pero las dificultades derivadas del conflicto alejaron para siempre la posibilidad de su realización.de admisión y escape